Cambio de tendencia en el centro de acogida de Hortaleza: más adolescentes "nacionales" y menos MENAS

  • El cierre de fronteras paraliza la entrada de menores extranjeros no acompañados y ahora solo entran españoles: ya sea por pelearse con sus padres o por que estos enferman de coronavirus y no pueden ocuparse de ellos.
Uno de los menores salta la valla del centro de primera acogida de Hortaleza.
Uno de los menores salta la valla del centro de primera acogida de Hortaleza.
Jorge París | Jorge Paris
Uno de los menores salta la valla del centro de primera acogida de Hortaleza.

Cambio de normalidad en el centro de primera acogida de Hortaleza por el coronavirus. Desde que comenzase el estado de alarma decretado por Pedro Sánchez el pasado 15 de marzo, ha aumentado el número de ingresos de menores españoles por las tensiones familiares que está provocando el confinamiento. Además, ha caído la cantidad de menores extranjeros no acompañados que habitan en el centro porque algunos han sido derivados a otros recursos y el cierre de fronteras y la restricción de movimientos ha provocado que no entren nuevos.

Estas cifras difícilmente pueden ser calificadas de "repunte", pero sí suponen un "curioso" cambio de tendencia, según los propios trabajadores. "Hace cinco o seis años, el 80 por ciento de los chavales eran españoles y los demás, extranjeros", explica José Manuel Íñiguez, uno de ellos a 20minutos. Esto, cuenta, varió con los años debido a diferentes crisis económicas y migratorias, lo que provocó que hubiera gente "que pensara que Hortaleza solo era para menas, cuando es un centro al que llegan casos de todo tipo, como un cajón de sastre".

Así, tal y como asegura, de los más de 65 menores que hay en la actualidad en el centro, que sigue sobre ocupado pero que está lejos de llegar a los niveles de saturación alcanzados hace meses, aproximadamente 12 o 13 son españoles y una parte de ellos han llegado en las últimas semanas: "Ya son entre el 10 y el 15%".

Estas entradas, además, no se hubieran dado en condiciones "normales", según asegura otra de las trabajadoras. "Hay casos que se podrían trabajar en atención temprana y, con mediación, esos menores no pisarían el centro o lo harían por muy poco tiempo", asevera. Sin embargo, la crisis de la Covid-19 también ha dejado bajo mínimos los servicios sociales "de zona", por lo que "es más difícil mediar en los conflictos, que suelen terminar con denuncias de padres a hijos o viceversa".

Preguntadas al respecto, fuentes de la Consejería de Políticas Sociales rechazan calificar de "repunte" el aumento de ingresos de adolescentes españoles, aunque sí que reconocen que se ha producido el fenómeno. No obstante, desde el departamento que dirige Alberto Reyero (Cs) lo relacionan con el hecho de que se hayan dado casos de padres o tutores legales que han dado positivo por coronavirus y no han podido hacerse cargo del niño.

Por ello, la Comunidad de Madrid ha elaborado un protocolo en el que expone que en caso de que los responsables del menor hayan sido ingresados se deberá buscar una alternativa viable en su red familiar y, en el caso de no lograrlo, será la autoridad regional quien se encargue del afectado, derivándolo a centros como el de Hortaleza.

No obstante, los trabajadores de este último tan solo recuerdan haber tenido un suceso del estilo. "Entró una niña porque su madre estaba ingresada por coronavirus, pero solo estuvo con nosotros un día". A la pequeña, eso sí, la aislaron para evitar un contagio que, debidas las características del centro, "sería imparable".

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